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lunes, 14 de octubre de 2019

La sentencia del odio



No hay nada más terrible que usar la justicia para imponer un castigo arbitrario sobre aquellos a los que no se tolera, cuyas ideas no aceptamos y, entonces, ejerciendo la violencia de la que disponemos en exclusiva, imponer cobardemente por la fuerza nuestra "verdad" sobre aquellos que defienden las suyas de forma pacífica. Ese castigo injusto es entonces el resultado de la venganza, el fruto del odio y el resentimiento.
No hay nada más torticero y mezquino que apelar al acatamiento de la ley cuando uno mismo no ha hecho otra cosa que retorcerla, para acallar al diferente, para someterlo, para forzarlo a abdicar de sus ideas.
No hay nada menos democrático que no querer sentarse a negociar un conflicto con el adversario, desdeñándolo y abocándolo a la claudicación.
No hay nada más miserable que apalizar a los ciudadanos para castigarlos y escarmentarlos por haber creído en sus ideales, criminalizándolos y obligándolos a abrazar otras lealtades. Otras lealtades en las que no creen pues éstas jamás atendieron sus legítimos anhelos.
No hay nada más trágico que lo que han hecho pues, en su cobarde proceder, han roto ya todos los lazos afectivos que hubieran hecho posible el mantenimiento de Catalunya dentro de España. Han vencido, pero no han convencido; pues para ello se necesita persuadir con la palabra y la inteligencia, no con la fuerza bruta. Solo han sembrado la semilla de la desafección. A eso ha llevado su borrachera de patrioterismo barato, de nacionalismo fascistoide trasnochado. España inquisitorial e intolerante. Esa es la tragedia de España; que ha tirado por la borda, irresponsablemente, la última posibilidad de construir por fin, después de cuarenta años de frágil democracia, una España plurinacional bien avenida.

jueves, 10 de mayo de 2018

¿Qué está en juego en Catalunya?

por Andreu Comas

El autor de este artículo es un amigo mío que vive en Brasil. Como tantos catalanes, está muy conmocionado por lo que ha ocurrido en Catalunya y lo sigue de cerca. Me lo ha enviado y me ha pedido mi parecer, pues un medio brasileño quiere publicar su opinión sobre lo que está ocurriendo. Me ha gustado. Pienso que el artículo refleja el sentir de muchos catalanes, entre los que me incluyo. Por eso le he pedido que me lo deje publicar en mi blog, como una colaboración externa.

Nadie duda de que vivimos una etapa mundial en la que los medios de comunicación y las redes sociales son el epicentro de la divulgación del pensamiento. Estos medios están al alcance de los expertos y de los inexpertos. En esta corriente, como si se tratase de una vía láctea, circulan el pensamiento, las imágenes y la interpretación de todos los colores de estas imágenes y pensamientos.
Este bombardeo constante de información, exige de las personas un mayor sentido crítico, exige el análisis profundo, la aplicación de la deducción lógica, bajo las reglas de una crítica sana y constructiva.
Este chorro de información exige que separemos más afinadamente el trigo de la paja, so pena de convertirnos en unos desinformados, o simples repetidores de las corrientes dominantes, que no por dominantes, son más ciertas o cuentan con el apoyo absoluto de la razón. Ni siquiera del sentido común, el menos común de los sentidos.
Puestos en Catalunya, a pesar de muchos matices que se puedan traer a colación, existe en el conflicto con España, como en todos los conflictos, una cuestión nuclear: la raíz del conflicto.
Veamos entonces la raíz y el núcleo del asunto:
Estoy seguro que la cuestión, movida y empujada por intereses deliberadamente opuestos al interés del pueblo catalán, han embrutecido el debate, para sacarlo del mundo de las ideas y los hechos y llevarlo siempre a suposiciones fabricadas, que sustentan esos intereses ajenos al interés de una nación. Afirmo que “el establishment” ha desplazado o tratado de desplazar de aquellos oyentes que no profundizan en el debate, una cuestión del simple ejercicio democrático al sufragio tanto activo como pasivo y el ejercicio democrático de los derechos fundamentales, a una cuestión ora secesionista ora separatista o independentista. Han dicho “¡a por ellos!”, y esta frase entraña una guerra sin cuartel: todo vale, con tal de abortar los deseos catalanes.
Se mezclan churras con merinas, y como vivimos de titulares, sin información detallada y, en general, con poca formación, viendo cómo el desvío del núcleo del debate se está consolidando.
Me asombra sorprender a mucha gente debatiendo sobre el independentismo, el unionismo, la tendencia global a la unión y últimamente he oído la falacia del concepto de “la ciudadanía mundial”. No es que no se pueda “utopizar” el debate. Claro que se puede, somos libres. Lo que me parece a estas alturas sibilino, es introducir este debate en el marco catalán, o en el escocés, o en el canadiense, o en el palestino, o en el saharaui, o en el Kurdo, cada uno sometido a diferentes niveles de sufrimiento. Este debate lo que trata es de secuestrar la libertad actual, de hoy, de los pueblos a decidir, en aras de una utopía. ¡Es como si me dijeran que los niños los trae la cigüeña y que si deseo dejar de tener niños debo pensar que la cigüeña se abstenga de mantener relaciones sexuales!
Los maestros de la filosofía, como Jurgen Habermas, único miembro vivo de la escuela de Frankfurt, que se hizo notorio con su artículo de “pensar con Heidegger contra Heidegger”, con la crítica a la razón que este eminente filósofo utiliza para crear una teoría social,  sustenta ahora el debate de la conveniencia o no de Catalunya de ser independiente en el mundo de hoy. Esta no es la cuestión Sr. Habermas, la cuestión es el ejercicio o no del sufragio universal para escoger democráticamente la forma política. Tal vez esta cuestión sufragista le suene mal, a tenor del pasado juvenil nazista que se le atribuye a usted.
Es lo que de forma castiza se dice, cuando aludimos a llevar el gato al agua o tratar de llevarte al huerto, por muy eminente filósofo que se sea.
Así hace el gobierno francés o el inglés, a pesar que ellos sí se han marchado de la Unión Europea y aquí no ha piado ni un alma. Pero claro, los catalanes son apenas una piedra en el zapato para estas grandes potencias ¡Que les den!
Vayamos a la a raíz:
Catalunya en el 2011 redactó su Estatuto al amparo de la Constitución Española. El Congreso de los Diputados español lo votó y aprobó por mayoría. Acto seguido se sometió al poder supremo constituyente: El sufragio de todo el pueblo catalán. Es decir: el poder constituyente (la más alta instancia de cualquier democracia) votó y aprobó el Estatuto de autonomía catalán, ¡la Constitución de Catalunya!
El partido eventualmente en el poder, de clarísima tradición franquista, incluso ex ministros del Caudillo entre sus fundadores, con votos extremamente minoritarios en Catalunya (4 representantes que no forman ni grupo político), por medio de una maniobra en el Tribunal Constitucional español, anuló y manipuló diversos artículos hasta dejar el Estatuto absolutamente distinto al que fue aprobado por la mayoría del pueblo catalán. Se pasaron por el forro la voluntad constituyente de todo el pueblo catalán.
Del 2011 al 2017, se ha intentado por todos los medios negociar con el gobierno español,  porque este acto torticero, a semejanza de la práctica nacionalista católica y románica, que tiene el divorcio prohibido  por su propia doctrina pero que mantiene un tribunal eclesiástico en La Rota para anular los matrimonios a aquellos que les puedan pagar enormes sumas de dinero. Con una maniobra estrafalaria de esta magnitud, se deja al pueblo catalán sin Constitución. No ha habido negociación posible, se ha secuestrado, no solamente la democracia en Cataluña, se ha secuestrado la libertad y la lucha histórica por Catalunya a ser un pueblo libre que deje a sus generaciones futuras una sociedad libre y en paz. Se trata del famoso “seny” catalán que muchos no acaban de entender, ni qué sentido tiene y que confunden con una forma de hacer pusilánime.
El núcleo del asunto:
El pueblo catalán sabe, desde el siglo XI, de su pluralidad, de las diferentes etnias y creencias que lo componen. Se limitó a recibir los expulsados de castilla durante siglos. Ora los judíos, después los musulmanes, luego los Sefardíes, ahora los subsaharianos… Forma parte de nuestra historia. Hablamos diversas lenguas. Interactuamos hace siglos con el sur de Francia. ¡Le Pays Cathare! Las raíces de Montsegur de los templarios… Somos un pueblo cosmopolita donde los haya, como Holanda, como Singapur, como Suiza…
Siempre, desde el siglo XI, hemos resuelto las cuestiones con el asambleísmo, con la voluntad formada y manifiesta del pueblo, cosa que ahora los herederos del “fascio” franquista intentan secuestrar. Mal saben que en el caso de salir ganador el unionismo, todos los independentistas van a respetar la decisión, de la misma forma que hemos aceptado el dominio externo durante décadas, incluso respetado el derecho de conquista de los reyes franceses. Pero no, creen estos del gobierno Rajoy que no se puede votar, que hay que imponer el unionismo por pelotas. En virtud del derecho de conquista, porque al final, Catalunya son tierras conquistadas.
Este intento franquista de arrodillar al pueblo catalán, ha llegado a los extremos de prohibir que el pueblo vote el tipo de Estado que le gustaría tener. Se ha secuestrado el sufragio y la actividad democrática de decir que se opina sobre un determinado sistema de Estado o sistema de gobierno. Se sustenta, en contra de los pactos internacionales de directa aplicación en España, por fuerza del artículo 96 de la CE, que el pueblo catalán ni puede votar ni puede autodeterminarse.  Autodeterminarse también es decidir continuar en unión con España. Eso sí, cuando fue conveniente para el Estado español pudo votar, como de hecho votó, el Estatuto de Autonomía. Entonces sí. ¡Ahora NO!
Es decir, como no me gusta lo que parte de los catalanes piensan, les cierro la boca a todos para que nunca se sepa que parte piensa de una forma y que parte de otra. Todo ello, no hay duda hoy en día,  con el apoyo de sectores poderosos europeos. Se trata de un claro retorno a la situación fascista de 1940, sin precedentes en Europa. ¿O sí tiene precedentes? Sí, es verdad, se me olvidaba: Kosovo, hoy república independiente. Parece que es mejor mirar hacia un lado. Decir que la cuestión es apenas interna. Esgrimir que vamos a una unión global, como si los bloques existentes, incluso el europeo, no sepa hasta el garracucas, que son grupos de intereses económicos, en dónde a los gobiernos de turno, la tan proclamada ciudadanía europea, les importa un pepino. Les interesa la armonización fiscal, la evasión de impuestos, los grupos de presión, las fronteras externas cerradas a cal y canto a la inmigración, incluso la humanitaria, y finalmente la potenciación de las corporaciones económicas poderosas.
Es decir, que todo anda hacia un retorno a 1940 o 1914…que ya tenemos el culo pelado de ir a la greña en Europa. ¿Alguien se cree que la creación de catorce nuevos estados independientes en Europa, en estas últimas décadas, contó con el apoyo de las estructuras públicas europeas? No apoyaron ni la lucha contra el genocidio  en la antigua Yugoslavia ni contra las violaciones masivas en aquél país. Desgraciadamente le tuvo que poner fin, después de 6 años de los gobiernos europeos mirar a otro lado, ¡el ejército norteamericano! ¡Esta fue una de las mayores vergüenzas de la construcción europea!
¡De modo que, a buen entendedor pocas palabras bastan! En Catalunya se trató de ejercer bajo el manto de la Constitución Española, que ahora torticeramente dicen que vulneramos, el ejercicio de la autonomía. La autonomía no política, sino la autonomía mas civil de todas, la autonomía de la voluntad. Este ejercicio se vio vulnerado y pisoteado por medio de manipulaciones ilegítimas. El pueblo catalán sigue insistiendo en que sean, de una vez por todas,  preservados sus derechos legítimos. ¡Pues nada: ajo y sal!
La libertad es un bien jurídico protegido, en la historia, por encima de la vida. ¿Cuántos dieron la vida por la libertad a lo largo de la historia? ¿Se creen por acaso que nos van a acallar? ¿Se creen que 2.200.000 de catalanes vamos a desaparecer? ¿Tanto los que votan sí al independentismo como los que votan no, y que también salieron a votar bajo los palos de la guardia civil?
¿Se piensan que somos idiotas? ¿Que no sabemos que Catalunya es plural, que por eso en su Parlament existen varios partidos en la derecha, centro e izquierda, con una amplitud parlamentaria diversa y rica? ¿acaso piensan que no sabemos que hay diferentes sensibilidades en la nación catalana? Tal vez, como dice el castizo refrán: ” piensa el ladrón que son todos de su condición” Lo que, a diferencia de este gobierno fascista español, se ha intentado en dos ocasiones ya, es justamente lo contrario, es decir, consultar por medio del voto, en dos votaciones que nos han prohibido, cuál era el pensamiento mayoritario en nuestro país. Cuál, dentro del pluralismo político, era la corriente mayoritaria. El miedo, sólo este miedo que nace de la cobardía, le ha hecho al gobierno español seguir aplicando por medios ilegítimos la prohibición. ¡No sólo la prohibición de votar! ¡Han prohibido incluso hablar de ello! ¡Ya prohíben, incluso, camisetas de color amarillo!
Lo que sucede es que, privando nuestras libertades, pisoteando nuestros derechos fundamentales, nos han llevado por la vía de los hechos a tomar una actitud defensiva y proclamar, a sabiendas de las dificultades venideras, una república independiente que se ve sustentada en más de 2 millones de votos, efectuados y sufragados por los catalanes directamente de sus bolsillos, sin usar ni un euro público, a pesar de las cargas y la violencia desplegada por el Estado español. A pesar de las acusaciones infundadas de malversación de caudales públicos, a pesar de las acusaciones prevaricadoras de rebelión, sedición, a pesar de los exilios… a pesar de una constante e reincidente saña, por otro lado repetida a lo largo de toda la historia, contra el pueblo catalán.
A pesar de la posición del sexto de los Felipes, Rey de las Españas, que abiertamente y sin ningún remordimiento ignora los 1.000 heridos en la carga policial del 1/10/2017, digno sucesor del quinto de los Felipes, autor de extrema violencia contra los Países Catalanes y autor de los decretos de “Nueva Planta” en los idos del 1700. Qué mira por dónde que el pavo este encontró un nombre bien indigno, condenando a desaparecer de un plumazo todos los derechos históricos de más de diez siglos del pueblo catalán: ¡Nueva Planta! ¡Debía ser nueva ignominia! En fin… El primero de los Felipes citado, este VI, como Jefe del Estado actual, impuesto por el General Franco al imponer a su padre, Juan Carlos I y reinstaurar la monarquía en un Estado republicano. Sí, no se puede olvidar… El antiguo Estado español, Estado en el que este general, autotitulado Generalísimo, propició un golpe de Estado en 1936 y el hundimiento en la obscuridad fascista y dictatorial de todo el Estado español durante 40 años.
Aquí no ha habido ni juicio de Nuremberg, ni siquiera explicaciones, como sí ocurrió en la Alemania Nazi.  En la Argentina de Videla, en Chile de Pinochet. Y mira que en fascismo, Franco perdió  de su contemporáneo Adolf Hitler apenas en el número de muertos 1.000.000 contra 6.000.000. ¡Con la crueldad con la que se ensañaron sobre Barcelona y Guernika, si la comparamos con los bombardeos del resto de Europa realizados por la mismísima Luftwaffe, se quedan todos ellos en una mascletá de las fallas valencianas!
¡Toda esta actitud injusta que el Estado español despliega, se la va a comer con papas fritas, y si no…tiempo al tiempo!
Todo ello se hará con una irresistible tarea pacífica, inflexible, aunque sea muriendo en pie para no vivir arrodillados, como gente de paz que somos, porque, como ya le advirtió don Miguel de Unamuno al general franquista Queipo de Llano, inspirador al parecer de este Mariano Rajoy, por el gesto de llevar la mano a la culata de la pistola en toda ocasión que era enfrentado dialécticamente: ¡Suya es la fuerza y nuestra la razón!

¡VISCA LA LLIBERTAT, VISCA LA DEMOCRACIA, VISCA CATALUNYA!


miércoles, 15 de noviembre de 2017

Persistent realitat

No tinc por!, no tinc por!... No és veritat. Sí que tenim por. Com pots no tenir por quan un Estat actua d’una forma tan violenta!?

La por paralitza. És un verí que inocula el poder per fer callar la gent. El argument de la força és molt contundent en mans de d’un Estat potent i autoritari. Ara ja no és la força bruta, que es va aplicar miserablement com a correctiu contra la gent indefensa, com aquells pares energumènics d’abans que es treien el cinturó per clavar-te una pallissa. Ara és quelcom de molt més subtil però alhora inquietant i perillós. Ara és l’hora de l’amenaça soterrada, de la subtil vigilància de cada opositor per reprimir-lo. Ara és l’hora de la desinformació, d’aprofitar el poder omnímode sobre els canals de comunicació per introduir tota la càrrega d’un missatge trampós i malintencionat, posant en boca dels acovardits opositors paraules que no han dit, que responen al que es vol que diguin. Ara és arribada l’hora de esborrar de la realitat els més de dos milions de persones que pensem el que pensem, fent-los opacs a través d’un relat postvertader, descaradament inventat. Però, la realitat és persistent. El que voldrien es que ens fonéssim fins a desaparèixer: a falta d’una mort desitjada que, de moment, no poden executar, ens volen simbòlicament desapareguts. Tal és el seu esperit democràtic, que davant del estrès que els hi suposa conviure amb la nostra legítima discrepància, han preferits liquidar-nos simbòlicament, com si no hi fóssim.

Sota el xantatge intolerable de salvar-los de la presó, maneguen als nostres legítims representants com volen. Els hi fan dir el que volen que digin. Es clar, tenen por... no volen podrir-se a la presó. Se´ls hi pot retreure? Què faríem nosaltres en el seu lloc? Quina actitud més miserable la d’aquest Estat que ha deixat de ser democràtic! I, en el súmmum del seu cinisme, ens intoxiquen dient: “¡lo veis, se han equivocado, no sabían ni adónde iban! ¡Es, todo, una gran mentira, os han engañado!” Pobrets, ens hem deixat manipular. Per lo vist som uns burros que ens hem deixat arrossegar per una banda de desaprensius que se´n fotien de tot. Es clar...

Mireu. Tot ha estat un miratge; aquest el missatge que volen que us graveu al cap. “Lo que no interesa, no existe”, pensen. Però, són ben innocents, us ho dic. La realitat és persistent. Els més de dos milions de persones que protesten de forma sistemàtica des de fa anys, acudint a manifestacions pacífiques, són una realitat. No un mal somni com pensen ells. Per molta força que apliquin, per molta violència i brutalitat que li fiquin, més de dos milions de persones no es fonen, ni es poden fer desaparèixer com voldrien, us ho ben asseguro. El problema els hi saltarà de nou a la cara, fins que entenguin que cal trobar una solució.


I quina solució em de trobar ara? Deixant a banda la independència; què pensen els catalans unionistes del agravis patits? Estan còmodes amb les pallisses que ens han clavat? La veritat, en a mi em semblaria molt malament que els apallissessin amb ells, per més adversaris que siguem. És indigne. Ho trobaria intolerable. No ho veuen així, ells? Jo crec que sí. La intervenció violenta del Estat ha deixat la impressió d’una venjança. Una fúria desencadenada per apaivagar la seva frustració i impotència. És pot humiliar als catalans i després pretendre que col·laborin en cosir la ferida, com demanen ara cínicament? Són conscients de que han trencat el llaç afectiu per sempre? Demano: poden aspirar a mantenir subjugats a la mitat dels catalans contra la seva voluntat?  Quin país pretenen construir amb aquesta situació, després d’aquesta ofensa tan greu?


lunes, 29 de mayo de 2017

Catalunya: i si canviem d’estratègia?

Jo crec que el procés cap a la independència de Catalunya no s’està conduint adequadament. S’han donat passes precipitades, fruit de la il·lusió, de la impaciència o, potser, de la desesperació per encetar d’una vegada les polítiques necessàries per redreçar el país. Si volem que aquest procés reeixexi, hem de ser molt curosos i calculadors. En un procés tan delicat, alhora que complex, convé abocar-hi la màxima prudència.

El primer que s’ha de fer és dotar al procés de legitimitat. Aquí, suposo, que tots hi serem d’acord. Aquesta legitimitat ens porta al referèndum. I el referèndum a un cul de sac del qual no ens en sortim, donat que és il·legal i el Estat farà els impossibles per tal de que no es pugui realitzar. Bé... estem en un bucle del qual no podrem sortir.

Ara per ara, disposem de dos instruments per mesurar l’opinió pública, que si bé no són tan rigorosos com un referèndum, serveixen com orientació: la consulta del 9-N i els sondejos que es fan periòdicament per tal de “prendre la temperatura” de la voluntat (o no) independentista dels catalans. La consulta del 9-N va donar el següent resultat: dels  2.344.828 votants que hi varen participar, 1.861.753 persones van votar SÍ. Aquesta consulta fou un acte de reivindicació, no hi participaren molts dels que estaven en contra del dret a decidir i, per tant, serveix únicament per donar una idea del recolzament popular –gens menyspreable—que hi darrera del sobiranisme. Posteriorment, diversos sondejos confirmen que la població catalana està pràcticament dividida en dos respecte en aquesta qüestió. Per exemple; al desembre del 2014, la cosa estava pràcticament empatada: 45,3% a favor del NO, contra el 44,5% a favor del SÍ. En canvi, al juny del 2015, la situació varia substancialment: els partidaris del No escalen fins a un 50% i els del SÍ baixen al 42,9%. Al març del 2016 es produeix, per primer cop, un empat tècnic: el 45,5% de la població catalana diu NO i el 45,3% aposta per el SÍ. Per fi, en el últim sondeig fet fa molt poc, aquest darrer mes de març de 2017, ens revela un 48,5% de partidaris del NO contra un 44,3% del SÍ.

Amb aquestes dades a la mà, jo us demano: És adient que el Parlament engegui el decret de inici del procés de independència, la llei de transitorietat jurídica? Ja sé: em direu que les eleccions del  27 de setembre de 2015 van donar una majoria als partits independentistes, que van aprovar la proposta amb 72 escons favorables, essent la majoria absoluta a partir de 68. D’acord. Però en aquestes eleccions, constituïdes com a plebiscit, els partits sobiranistes només varen aconseguir el 47,8% dels vots. Massa just. No hi ha legitimitat. I menys per engegar un procés d’aquestes característiques, tant transcendent per la vida de tantes persones.

Des del moment que el Parlament va aprovar la proposta per iniciar la desconnexió, hem entrat en un camí que no té garanties de arribar a bon terme. Es molt delicat. El Estat reaccionarà amb contundència, i més amb un partit radical al govern com és el PP. No ens convé gens un fracàs. No ens podem precipitar i abocar-nos a una situació que ens deixaria en precari, pitjor que com estàvem abans i sense capacitat de maniobra per recuperar la estratègia sobiranista quant el moment estigui madur.

La clau de tot, insisteixo, es diu legitimitat. Què farem, en el cas hipotètic que declaréssim ara la independència i ens trobéssim amb la mitat de la població en contra, cabrejats per que els em fet fora d’Espanya a la força? Quina estabilitat tindria la nova i tendra república? A més, tots sabem que en el món actual, no és pot aconseguir un objectiu com aquest sense poderosos aliats. Quants tenim d’aliats poderosos que ens ajudin? Cap ni un. Som conscients de les amenaces que el nostre projecte representa pels interessos dels poders fàctics del món? Ens fem una idea dels perills que això representa, per exemple, en la xarxa de seguretat a Europa i al món? ... Un món tenallat pel terrorisme, el caos de la globalització i la impotència dels grans estats per fer-hi front... què farem nosaltres, si no hi tenim un recolzament internacional important?

Penso arribada l’hora de canviar d’estratègia. Al meu entendre, aquestes haurien de ser algunes de les accions indispensables per recuperar la iniciativa, evitar el que es coneix com el xoc de trens, que no beneficia a cap de les parts, i evitar una derrota de la posició catalana que tanqués per un llarg període la porta cap el anhel sobiranista i ens deixes en una autonomia encara més tutelada des de Madrid. La frustració seria enorme; hauríem perdut tota aquesta energia i il·lusió popular per tornar enrere a la casella de sortida, com en el joc de l´Oca. Apunto, doncs, alguns temes sensibles, a veure que us sembla. No pretenc ser exhaustiu, simplement fer una aportació meditada a vola ploma, en el esperit d’aquest blog. Espero els vostres comentaris. 

1.       Cal treballar per augmentar la base sobiranista. No sé quin és el llindar a partir del qual els observadors internacionals podrien considerar clarament legítim plantejar la independència. Es podria tantejar... és una manera de buscar comprometre les parts implicades. Aquestes parts implicades, efectivament, són Espanya i Catalunya... Però hauríem de buscar parts neutrals que arbitrin la situació.

2.       La llengua castellana hauria de ser cooficial en una futura república catalana. És un greu error no reconèixer aquesta realitat. Hi ha molta gent que recolzaria el procés, amb aquesta condició. En canvi, declaracions com les fetes darrerament proposant el català com única llengua, provoca la irritació i la desafecció de molts catalans que consideren el castellà la seva llengua d’expressió. Jo em demano: per quina raó hauríem de perdre aquesta riquesa, que sens dubte ens correspon?

3.       S’ha de fer pedagogia al voltant del que significa un procés cap a la independència. L’opinió publica té el dret i la necessitat de conèixer els pros i els contres. S’han d’obrir debats públics i donar veu a especialistes que ens expliquin com s’enfocaran temes concrets de enorme transcendència per la ciutadania: com pagarem el deute extern i quina part ens pertoca un cop separats d’Espanya?; com es pagaran les pensions i amb quines garanties?; com es farà la transició fiscal?... i tantes altres coses que necessiten una explicació i respostes, per tal de debatre aquesta greu qüestió amb coneixement de causa i no com ara, que dóna la impressió d’una irresponsable improvisació.

4.       Penso que s’ha de fer net amb la corrupció. Em assistit al lamentable espectacle del que ha estat la política catalana durant la etapa Pujol. No ens podem permetre el luxe d’arrossegar cap al nou estat les xarxes delictives que van parasitar les institucions catalanes.

5.       Jo estic convençut que, si la separació es fa per la via pactada, no tindrem problemes per mantenir-nos dintre de la UE. En canvi, per la via del conflicte, que necessàriament generaria la ruptura unilateral amb el Estat espanyol, provocaria automàticament el veto a la nostre entrada.


6.       Hem de ajudar a crear el canvi a Espanya, per tal de que es produeixin les condicions necessàries per pactar. Ja saben que un partit radical com el PP, que ara té molta força, vetarà sempre aquesta opció. De fet, són els qui han tensat la situació amb la involució premeditada del Estat de les autonomies fins a fer-ho esclatar tot i provocar la reacció actual. L’emergència de Podemos i les seves confluències, així com la prometedora regeneració del PSOE, fa possible entreveure, en un futur no gaire allunyat, una majoria absoluta al parlament espanyol que faci possible un pacte post-autonòmic amb Catalunya. Ja sé que hi ha gent que ja no hi creu, que diu que ja hem fet tard, que és una pantalla passada. Però jo dic: millor un pas més endavant que quedar-se a on estem o tornar enrere. El fet que treballem per un objectiu desitjat a llarg termini, no treu que tinguem objectius a mig termini. Hem de ser pragmàtics i cercar el millor a cada moment.


domingo, 5 de febrero de 2017

Cobardes


Hoy juzgan a un President de la Generalitat y a dos de sus ministras. Su delito ha consistido en defender la voluntad de millones de catalanes. Es un acto cobarde. Una ignominia que expresa el desprecio del Estado por la sensibilidad y los anhelos de millones de ciudadanos. Una cobardía, aún más grave si cabe, pues este Estado, a sabiendas de que no puede hundir su cuchillo en los millones de ciudadanos que defienden lo que defienden, lo hunde cobardemente en los cuerpos de tres personas que, haciendo honor a sus cargos, fieles al mandato de su pueblo, defendieron hasta su incriminación la causa que representaban.

Hoy es un día triste. Un día de aquellos en que un negro manto ha vuelto a eclipsar la democracia. El acto cobarde que el Estado perpetra hoy aleja un poco más nuestra fe en el sistema. Con la infamia de hoy, aparece el gélido rostro del odio, de la inquina hacia nosotros. No contentos con los agravios infligidos, no satisfechos con ejercer un poder cerril e intransigente, hoy nos ofenden con el sacrificio de nuestros líderes, de los que defienden nuestras causas. Pero yo les digo que sus actos los deshonran a ellos. Y el de hoy los sume en la infamia. ¿Adónde pretenden llegar?; ¿acaso piensan que, socavando nuestras instituciones, sometiéndolas al amedrentamiento, conseguirán su objetivo de doblegarnos? ¿Qué respeto puede merecer un Estado que pisotea las instituciones de Catalunya? Yo me pregunto: todos estos individuos tan españolistas que, amparados en su odio hacia Catalunya, aprovechan el poder de que disponen para ofender y oprimir a otra nación, ¿qué pensarían si, por ejemplo, Europa, mañana, hiciera lo mismo con las instituciones y los representantes de los españoles en Madrid?


Foto: Cometiendo un acto ilegal, votar el 9-N, en compañía de mi hijo