jueves, 10 de mayo de 2018

¿Qué está en juego en Catalunya?

por Andreu Comas

El autor de este artículo es un amigo mío que vive en Brasil. Como tantos catalanes, está muy conmocionado por lo que ha ocurrido en Catalunya y lo sigue de cerca. Me lo ha enviado y me ha pedido mi parecer, pues un medio brasileño quiere publicar su opinión sobre lo que está ocurriendo. Me ha gustado. Pienso que el artículo refleja el sentir de muchos catalanes, entre los que me incluyo. Por eso le he pedido que me lo deje publicar en mi blog, como una colaboración externa.

Nadie duda de que vivimos una etapa mundial en la que los medios de comunicación y las redes sociales son el epicentro de la divulgación del pensamiento. Estos medios están al alcance de los expertos y de los inexpertos. En esta corriente, como si se tratase de una vía láctea, circulan el pensamiento, las imágenes y la interpretación de todos los colores de estas imágenes y pensamientos.
Este bombardeo constante de información, exige de las personas un mayor sentido crítico, exige el análisis profundo, la aplicación de la deducción lógica, bajo las reglas de una crítica sana y constructiva.
Este chorro de información exige que separemos más afinadamente el trigo de la paja, so pena de convertirnos en unos desinformados, o simples repetidores de las corrientes dominantes, que no por dominantes, son más ciertas o cuentan con el apoyo absoluto de la razón. Ni siquiera del sentido común, el menos común de los sentidos.
Puestos en Catalunya, a pesar de muchos matices que se puedan traer a colación, existe en el conflicto con España, como en todos los conflictos, una cuestión nuclear: la raíz del conflicto.
Veamos entonces la raíz y el núcleo del asunto:
Estoy seguro que la cuestión, movida y empujada por intereses deliberadamente opuestos al interés del pueblo catalán, han embrutecido el debate, para sacarlo del mundo de las ideas y los hechos y llevarlo siempre a suposiciones fabricadas, que sustentan esos intereses ajenos al interés de una nación. Afirmo que “el establishment” ha desplazado o tratado de desplazar de aquellos oyentes que no profundizan en el debate, una cuestión del simple ejercicio democrático al sufragio tanto activo como pasivo y el ejercicio democrático de los derechos fundamentales, a una cuestión ora secesionista ora separatista o independentista. Han dicho “¡a por ellos!”, y esta frase entraña una guerra sin cuartel: todo vale, con tal de abortar los deseos catalanes.
Se mezclan churras con merinas, y como vivimos de titulares, sin información detallada y, en general, con poca formación, viendo cómo el desvío del núcleo del debate se está consolidando.
Me asombra sorprender a mucha gente debatiendo sobre el independentismo, el unionismo, la tendencia global a la unión y últimamente he oído la falacia del concepto de “la ciudadanía mundial”. No es que no se pueda “utopizar” el debate. Claro que se puede, somos libres. Lo que me parece a estas alturas sibilino, es introducir este debate en el marco catalán, o en el escocés, o en el canadiense, o en el palestino, o en el saharaui, o en el Kurdo, cada uno sometido a diferentes niveles de sufrimiento. Este debate lo que trata es de secuestrar la libertad actual, de hoy, de los pueblos a decidir, en aras de una utopía. ¡Es como si me dijeran que los niños los trae la cigüeña y que si deseo dejar de tener niños debo pensar que la cigüeña se abstenga de mantener relaciones sexuales!
Los maestros de la filosofía, como Jurgen Habermas, único miembro vivo de la escuela de Frankfurt, que se hizo notorio con su artículo de “pensar con Heidegger contra Heidegger”, con la crítica a la razón que este eminente filósofo utiliza para crear una teoría social,  sustenta ahora el debate de la conveniencia o no de Catalunya de ser independiente en el mundo de hoy. Esta no es la cuestión Sr. Habermas, la cuestión es el ejercicio o no del sufragio universal para escoger democráticamente la forma política. Tal vez esta cuestión sufragista le suene mal, a tenor del pasado juvenil nazista que se le atribuye a usted.
Es lo que de forma castiza se dice, cuando aludimos a llevar el gato al agua o tratar de llevarte al huerto, por muy eminente filósofo que se sea.
Así hace el gobierno francés o el inglés, a pesar que ellos sí se han marchado de la Unión Europea y aquí no ha piado ni un alma. Pero claro, los catalanes son apenas una piedra en el zapato para estas grandes potencias ¡Que les den!
Vayamos a la a raíz:
Catalunya en el 2011 redactó su Estatuto al amparo de la Constitución Española. El Congreso de los Diputados español lo votó y aprobó por mayoría. Acto seguido se sometió al poder supremo constituyente: El sufragio de todo el pueblo catalán. Es decir: el poder constituyente (la más alta instancia de cualquier democracia) votó y aprobó el Estatuto de autonomía catalán, ¡la Constitución de Catalunya!
El partido eventualmente en el poder, de clarísima tradición franquista, incluso ex ministros del Caudillo entre sus fundadores, con votos extremamente minoritarios en Catalunya (4 representantes que no forman ni grupo político), por medio de una maniobra en el Tribunal Constitucional español, anuló y manipuló diversos artículos hasta dejar el Estatuto absolutamente distinto al que fue aprobado por la mayoría del pueblo catalán. Se pasaron por el forro la voluntad constituyente de todo el pueblo catalán.
Del 2011 al 2017, se ha intentado por todos los medios negociar con el gobierno español,  porque este acto torticero, a semejanza de la práctica nacionalista católica y románica, que tiene el divorcio prohibido  por su propia doctrina pero que mantiene un tribunal eclesiástico en La Rota para anular los matrimonios a aquellos que les puedan pagar enormes sumas de dinero. Con una maniobra estrafalaria de esta magnitud, se deja al pueblo catalán sin Constitución. No ha habido negociación posible, se ha secuestrado, no solamente la democracia en Cataluña, se ha secuestrado la libertad y la lucha histórica por Catalunya a ser un pueblo libre que deje a sus generaciones futuras una sociedad libre y en paz. Se trata del famoso “seny” catalán que muchos no acaban de entender, ni qué sentido tiene y que confunden con una forma de hacer pusilánime.
El núcleo del asunto:
El pueblo catalán sabe, desde el siglo XI, de su pluralidad, de las diferentes etnias y creencias que lo componen. Se limitó a recibir los expulsados de castilla durante siglos. Ora los judíos, después los musulmanes, luego los Sefardíes, ahora los subsaharianos… Forma parte de nuestra historia. Hablamos diversas lenguas. Interactuamos hace siglos con el sur de Francia. ¡Le Pays Cathare! Las raíces de Montsegur de los templarios… Somos un pueblo cosmopolita donde los haya, como Holanda, como Singapur, como Suiza…
Siempre, desde el siglo XI, hemos resuelto las cuestiones con el asambleísmo, con la voluntad formada y manifiesta del pueblo, cosa que ahora los herederos del “fascio” franquista intentan secuestrar. Mal saben que en el caso de salir ganador el unionismo, todos los independentistas van a respetar la decisión, de la misma forma que hemos aceptado el dominio externo durante décadas, incluso respetado el derecho de conquista de los reyes franceses. Pero no, creen estos del gobierno Rajoy que no se puede votar, que hay que imponer el unionismo por pelotas. En virtud del derecho de conquista, porque al final, Catalunya son tierras conquistadas.
Este intento franquista de arrodillar al pueblo catalán, ha llegado a los extremos de prohibir que el pueblo vote el tipo de Estado que le gustaría tener. Se ha secuestrado el sufragio y la actividad democrática de decir que se opina sobre un determinado sistema de Estado o sistema de gobierno. Se sustenta, en contra de los pactos internacionales de directa aplicación en España, por fuerza del artículo 96 de la CE, que el pueblo catalán ni puede votar ni puede autodeterminarse.  Autodeterminarse también es decidir continuar en unión con España. Eso sí, cuando fue conveniente para el Estado español pudo votar, como de hecho votó, el Estatuto de Autonomía. Entonces sí. ¡Ahora NO!
Es decir, como no me gusta lo que parte de los catalanes piensan, les cierro la boca a todos para que nunca se sepa que parte piensa de una forma y que parte de otra. Todo ello, no hay duda hoy en día,  con el apoyo de sectores poderosos europeos. Se trata de un claro retorno a la situación fascista de 1940, sin precedentes en Europa. ¿O sí tiene precedentes? Sí, es verdad, se me olvidaba: Kosovo, hoy república independiente. Parece que es mejor mirar hacia un lado. Decir que la cuestión es apenas interna. Esgrimir que vamos a una unión global, como si los bloques existentes, incluso el europeo, no sepa hasta el garracucas, que son grupos de intereses económicos, en dónde a los gobiernos de turno, la tan proclamada ciudadanía europea, les importa un pepino. Les interesa la armonización fiscal, la evasión de impuestos, los grupos de presión, las fronteras externas cerradas a cal y canto a la inmigración, incluso la humanitaria, y finalmente la potenciación de las corporaciones económicas poderosas.
Es decir, que todo anda hacia un retorno a 1940 o 1914…que ya tenemos el culo pelado de ir a la greña en Europa. ¿Alguien se cree que la creación de catorce nuevos estados independientes en Europa, en estas últimas décadas, contó con el apoyo de las estructuras públicas europeas? No apoyaron ni la lucha contra el genocidio  en la antigua Yugoslavia ni contra las violaciones masivas en aquél país. Desgraciadamente le tuvo que poner fin, después de 6 años de los gobiernos europeos mirar a otro lado, ¡el ejército norteamericano! ¡Esta fue una de las mayores vergüenzas de la construcción europea!
¡De modo que, a buen entendedor pocas palabras bastan! En Catalunya se trató de ejercer bajo el manto de la Constitución Española, que ahora torticeramente dicen que vulneramos, el ejercicio de la autonomía. La autonomía no política, sino la autonomía mas civil de todas, la autonomía de la voluntad. Este ejercicio se vio vulnerado y pisoteado por medio de manipulaciones ilegítimas. El pueblo catalán sigue insistiendo en que sean, de una vez por todas,  preservados sus derechos legítimos. ¡Pues nada: ajo y sal!
La libertad es un bien jurídico protegido, en la historia, por encima de la vida. ¿Cuántos dieron la vida por la libertad a lo largo de la historia? ¿Se creen por acaso que nos van a acallar? ¿Se creen que 2.200.000 de catalanes vamos a desaparecer? ¿Tanto los que votan sí al independentismo como los que votan no, y que también salieron a votar bajo los palos de la guardia civil?
¿Se piensan que somos idiotas? ¿Que no sabemos que Catalunya es plural, que por eso en su Parlament existen varios partidos en la derecha, centro e izquierda, con una amplitud parlamentaria diversa y rica? ¿acaso piensan que no sabemos que hay diferentes sensibilidades en la nación catalana? Tal vez, como dice el castizo refrán: ” piensa el ladrón que son todos de su condición” Lo que, a diferencia de este gobierno fascista español, se ha intentado en dos ocasiones ya, es justamente lo contrario, es decir, consultar por medio del voto, en dos votaciones que nos han prohibido, cuál era el pensamiento mayoritario en nuestro país. Cuál, dentro del pluralismo político, era la corriente mayoritaria. El miedo, sólo este miedo que nace de la cobardía, le ha hecho al gobierno español seguir aplicando por medios ilegítimos la prohibición. ¡No sólo la prohibición de votar! ¡Han prohibido incluso hablar de ello! ¡Ya prohíben, incluso, camisetas de color amarillo!
Lo que sucede es que, privando nuestras libertades, pisoteando nuestros derechos fundamentales, nos han llevado por la vía de los hechos a tomar una actitud defensiva y proclamar, a sabiendas de las dificultades venideras, una república independiente que se ve sustentada en más de 2 millones de votos, efectuados y sufragados por los catalanes directamente de sus bolsillos, sin usar ni un euro público, a pesar de las cargas y la violencia desplegada por el Estado español. A pesar de las acusaciones infundadas de malversación de caudales públicos, a pesar de las acusaciones prevaricadoras de rebelión, sedición, a pesar de los exilios… a pesar de una constante e reincidente saña, por otro lado repetida a lo largo de toda la historia, contra el pueblo catalán.
A pesar de la posición del sexto de los Felipes, Rey de las Españas, que abiertamente y sin ningún remordimiento ignora los 1.000 heridos en la carga policial del 1/10/2017, digno sucesor del quinto de los Felipes, autor de extrema violencia contra los Países Catalanes y autor de los decretos de “Nueva Planta” en los idos del 1700. Qué mira por dónde que el pavo este encontró un nombre bien indigno, condenando a desaparecer de un plumazo todos los derechos históricos de más de diez siglos del pueblo catalán: ¡Nueva Planta! ¡Debía ser nueva ignominia! En fin… El primero de los Felipes citado, este VI, como Jefe del Estado actual, impuesto por el General Franco al imponer a su padre, Juan Carlos I y reinstaurar la monarquía en un Estado republicano. Sí, no se puede olvidar… El antiguo Estado español, Estado en el que este general, autotitulado Generalísimo, propició un golpe de Estado en 1936 y el hundimiento en la obscuridad fascista y dictatorial de todo el Estado español durante 40 años.
Aquí no ha habido ni juicio de Nuremberg, ni siquiera explicaciones, como sí ocurrió en la Alemania Nazi.  En la Argentina de Videla, en Chile de Pinochet. Y mira que en fascismo, Franco perdió  de su contemporáneo Adolf Hitler apenas en el número de muertos 1.000.000 contra 6.000.000. ¡Con la crueldad con la que se ensañaron sobre Barcelona y Guernika, si la comparamos con los bombardeos del resto de Europa realizados por la mismísima Luftwaffe, se quedan todos ellos en una mascletá de las fallas valencianas!
¡Toda esta actitud injusta que el Estado español despliega, se la va a comer con papas fritas, y si no…tiempo al tiempo!
Todo ello se hará con una irresistible tarea pacífica, inflexible, aunque sea muriendo en pie para no vivir arrodillados, como gente de paz que somos, porque, como ya le advirtió don Miguel de Unamuno al general franquista Queipo de Llano, inspirador al parecer de este Mariano Rajoy, por el gesto de llevar la mano a la culata de la pistola en toda ocasión que era enfrentado dialécticamente: ¡Suya es la fuerza y nuestra la razón!

¡VISCA LA LLIBERTAT, VISCA LA DEMOCRACIA, VISCA CATALUNYA!


1 comentario:

  1. Gracias Paco. Así lo veo a pesar de 38 años ya de larga ausencia!
    Un fuerte abrazo!

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