miércoles, 14 de septiembre de 2016

Francisco Brines, poeta


Con ocasión del Festival Internacional de Poesía, que se celebró el pasado mes de mayo en Barcelona, tuve la suerte de escuchar al propio poeta Francisco Brines recitar sus poemas. Me impresionó el carácter del poeta, un hombre ya muy mayor, hasta el punto de que me sorprendió verlo subir a un escenario y tener la generosidad y el buen humor de dedicarse a su público. Su humildad no oculta el halo de humanidad que desprende. Nos contó alguna historia, con mucha gracia y picardía. Uno se queda admirado escuchando su perfecto castellano; ¡que placer oír a alguien que domina tan bien su propio idioma!
Yo me emocioné con su poema Imágenes en un espejo roto. En cierto modo, una despedida de la vida. Lo he releído luego en casa. Muchas veces. Es una maravilla. Aquí lo tenéis, con su permiso:

Imágenes en un espejo roto

Ahora que puedo ya saber que está mi vida hecha,
en la penumbra de esta dormida habitación
que da al jardín de mi lejana adolescencia
(aún rozan los cristales
los jazmines, las alas de los pájaros),
la miro reflejada
en los fragmentos rotos de este espejo
que no ha sobrevivido a su pasar
pausado y velocísimo;
se muestran las imágenes sin voz
y el estaño perdido las extraña.

¿Y es lo que veo ahora todo cuanto viví?
Debo robar palabras, o inventarlas, y concederle al mundo aquel fulgor que tuvo,
pues todo se me acaba, en esta habitación,
al ver mi rostro roto
en todos los pedazos de este espejo ahora roto.
¿Y en dónde se han perdido el amor y el dolor,
esta verdad pequeña de haber sido?

¿Cómo salvarla, en su inutilidad,
antes de que me arrojen adonde todo está anulado, y ni siquiera el sueño
será capaz de hilar la imagen fantasmal, que el día desvanece?
¿La salvaréis vosotros,
que veis lo que ahora miro, en este texto roto,
en el instante vano del feliz parpadeo
que es toda la sustancia del ser que os fundamenta?

Dios pasea la gran negra humareda de su cuerpo
por el jardín estéril del Espacio curvado
(y caen de sus manos los soles, y estas centellas tristes
que lucen, y que somos, y se apagan),
con la Verdad que sólo a Él le pertenece.
Ese Dios fantasmal que crea y desconoce, y que camina
con su bastón de ciego.

Francisco Brines (Oliva, 1932)


sábado, 10 de septiembre de 2016

Determinación


Del lat. determinatio, -ōnis.
1. f. Acción y efecto de determinar o determinarse.
2. f. Osadía, valor.*

Mañana se celebra una nueva Diada. Una parte importante de la ciudadanía de Cataluña –seguramente una amplia mayoría—volverá a expresar su deseo de independizarse de España. En mi opinión, el enroque de la política española, que mantiene al Estado sin gobierno desde hace muchos meses y que, con toda probabilidad, llevará a unas terceras elecciones, es debido a la incapacidad de la clase política española –sea cual sea el partido—y de las instituciones del Estado para entender los sentimientos de los catalanes, sus problemas y sus anhelos. Mariano Rajoy y su partido no consiguen gobernar por una razón muy clara: son incompetentes para dar solución a los sutiles problemas que tenemos planteados. Su mediocridad, su desprecio por la diferencia –en este caso, por la riqueza que representa la diferencia—y su incapacidad para pactar, empecinándose en una actitud tan cerril como estúpida, les han llevado a ellos y al país a la situación en la que estamos.
Sin Cataluña no se puede gobernar España. Es así de claro. Y han hecho todo lo posible para que los catalanes deseemos construir un nuevo futuro. Este proyecto no lo pararán con malas artes, ni siquiera con la fuerza. Las comunidades que tienen un proyecto común y se ilusionan con él son imparables. Y Cataluña lo tiene. Por mucho que digan, este proceso seguirá adelante. Y triunfará: sólo es cuestión de tiempo.

*Diccionario de la Real Academia Española

Foto: Joan Miró, Montroig del camp, 1919