Sostengo que, en España, es muy
difícil formar un gobierno si no se tiene en cuenta a Cataluña. Ya no digamos,
si se está en contra de sus intereses: entonces, es imposible.
Sí, sí… ya sé que me dirás que
esto ya lo sabemos. Si no recuerdo mal, fue Cambó, en los tiempos de la Mancomunitat, quien lo expresó
públicamente por primera vez. Los historiadores lo saben y se podrían aportar
numerosos ejemplos a esta evidencia.
Sin embargo, acabamos de cerrar
un periodo político en el que ha sido imposible formar un gobierno en España,
investir a un presidente. No se había dado nunca este caso desde que se
instauró la democracia. Qué curioso… el problema principal por el que no se
forma un gobierno, la cuestión catalana, ni siquiera se abordado abiertamente
por los políticos que, durante estos meses de impass, han intentado encontrar la fórmula para gobernar. La cuestión
catalana se ha convertido en un tabú.
Pero yo sostengo que, mientras se
mire para otro lado y se haga ver que el problema no existe, no habrá gobierno
en España. Así de simple.
Mariano Rajoy ha seguido en su jaula
escondiendo la cabeza debajo del ala. Pedro Sánchez se lleva las manos a la
cabeza, desesperado al ver cómo Podemos le niega apoyo. Pero, ¿qué clase de líder
es este que no se ha enterado que sin plantear una solución para Cataluña no se
va a ninguna parte? Así le ha ido…
Ya lo ves, tenemos políticos que
no se enteran… o no se quieren enterar. Es muy sencillo: no se puede gobernar
contra dos millones de catalanes que, hartos, quieren irse. Y contra otros
muchos catalanes que, sin querer irse, porque aún no han agotado su paciencia,
esperan una solución a sus problemas y al reconocimiento de sus derechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario