¿Habéis leído
el artículo que Manuel Castells ha publicado hoy en La Vanguardia? Os adjunto el
enlace para que podáis acceder: clicar aquí. No tiene desperdicio, no se puede explicar de
una forma más clara y directa lo que está pasando ahora mismo en este país. El
artículo es demoledor y conviene recordar que es la contundente opinión de uno
de nuestros más brillantes sociólogos, con un curriculum espectacular. Una eminencia que ejerce, entre otras
muchas cosas, de profesor universitario de Sociología y de Urbanismo en la
Universidad de California en Berkeley --nada menos—y, Según el Social Sciences Citation Index 2000-2014,
Manuel Castells es el quinto académico de las ciencias sociales más citado del
mundo y el académico de las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) más citado del mundo (cito literalmente a la Wikipedia). Pues bien, nada
menos que una persona cómo él dice cosas como la siguiente y lo cito
textualmente:
Mientras usted lee estas líneas en su calma sabatina,
los barones regionales del PSOE ultiman una reunión para atar de antemano el
comité federal a celebrar los próximos días en donde esperan imponer una fórmula
para que Rajoy y el más corrupto partido de nuestra democracia continúen gobernando
cuatro años más.
Y dice, refiriéndose
a la más que probable abstención del PSOE, que así…
…se culmina el golpe de estado interno que marca un
hito en el proceso de degeneración política del PSOE, el partido más histórico
de España.
Más claro, todavía: el PP y el PSOE están ultimando los
detalles para dar un golpe de estado contra la ciudadanía de este país, encastillándose
en el poder y blindándose contra la movilización ciudadana, que empieza a ser
consciente de que han secuestrado su democracia.
Además, como bien
señala el profesor Castells, se ha producido un fraude electoral por parte del PSOE, pues este partido concurrió a
las pasadas elecciones con el lema “no es no” a Rajoy. Por lo tanto, los electores
lo votaron para que defendiera esta posición fundamental del candidato. Al ser cesado
de forma fulminante, los caciques del
PSOE, no sólo han decapitado a Pedro Sánchez, sino que han dado un golpe de
estado contra su propio electorado.
Pero hay más en
este golpe de mano: una maniobra
antidemocrática para neutralizar a los movimientos partidarios del derecho a
decidir. Dice Castells:
Se ha creado un bloque constitucionalista que excluye
por definición a un tercio del electorado, como si defender el derecho a
decidir, legal y democráticamente, fuese un motivo para denegar la participación
en el sistema político. Es, en realidad, un frente anticatalán el que está en
la base de la alerta roja que se declaró en el partido socialista cuando Sánchez
intentó negociar la formación de una alternativa.
Por lo tanto,
esto es también un golpe de estado contra una parte significativa de la
ciudadanía que quiere expresar democráticamente su derecho a decidir. Hay aquí
un movimiento antidemocrático de los llamados “constitucionalistas” para imponer por la fuerza el nacionalismo
español.
Pero también
sabe Castells que la junta golpista del PSOE no ha decapitado a Pedro Sánchez sólo
para imponer el nacionalismo español y las exigencias –digamos—del IBEX 35 así
como las perentorias instrucciones –por no decir ordenes que ambos, PP y PSOE--
reciben de Bruselas, sino que “estas brigadas acorazadas sureñas, con amplio
apoyo mediático e internacional” –dice Castells—pretenden, en el paroxismo de la vergüenza, blindarse en su poder
corrupto, para defender sus prebendas, sus sueldos, sus poltronas ante el pánico
de que finalmente los españoles los desalojemos del poder. Esta es la
miserable realidad de la situación a la que hemos llegado.
Y dice por último
Castells, con meridiana claridad y lucidez, que:
Lo que quieren –esta junta
golpista del PSOE—es moverse al centro y
construir un cordón sanitario contra Podemos hasta expulsarlos del sistema
institucional y confinarlos a la calle en donde los antidisturbios –recordemos
las leyes que se han pasado sobre esto—les
tienen ganas.
Estoy
totalmente de acuerdo con este artículo brillante del profesor. Si lo dijera un
ciudadano de a pie, sin los méritos de Castells, sería tildado de extremista y
poco cabal. Pero lo dice el profesor de Berkeley Manel Castells. No creo que
esta eminencia se juegue su prestigio diciendo sandeces o exponiendo argumentos
que no estén bien contrastados. Estoy convencido. Estoy igualmente convencido
de que tiene buenas fuentes de información, que dispone de un punto de vista
privilegiado para analizar la realidad española, lo que supone un privilegio
para los que lo podemos leer y una fuente de opinión valiosísima para nuestro
debate democrático. Y yo digo que, finalmente, lo que se está produciendo es un
secuestro de nuestra democracia por
parte de los partidos protagonistas del sistema corrupto, ya agónico, en
que degeneró el régimen democrático surgido en 1978. Está a punto de acceder al poder un partido que nos ha robado a manos
llenas como ya se ha hecho evidente en los tribunales. Y, si los ciudadanos
no reaccionamos a tiempo, nuestra democracia corre el riesgo de ser finalmente
engullida.