Leo en los periódicos una noticia
que ha causado estupor. Al parecer Facebook ha cerrado la cuenta de la joven
escritora Luna Miguel, que acaba de publicar un libro sobre la masturbación femenina.
Se llama El dedo y lo edita Capitán Swing.
El 4 de marzo, Luna recibió un aviso de Facebook, muy lacónico, en el que la
avisaba que su cuenta había sido cerrada, sin dar más explicaciones. Es curioso…
el tal Logan que firma el mensaje remacha que la decisión es “inapelable”. Mira
por dónde que estas redes sociales nos han salido fascistoides. ¡Quién lo iba a
decir, con la pinta de buenos chicos que tienen los jefes, empezando por el
mandamás Zuckerberg! Lo mismo ha hecho Twitter. Este es un fenómeno digno de
estudio: la ideología de las redes sociales. ¿Quién está detrás? Y ¿Quién
decide lo que es o no es publicable? En mi opinión, la censura a Luna Miguel me
parece inaceptable.
Por lo que he podido comprobar, el
día 8 de marzo ambas redes sociales le devolvieron su identidad y sus cuentas
ya están operativas. Pero es inquietante, el reflejo de censurar y hacerlo de
una forma tan tajante y desabrida nos informa del talante de los “ideólogos”
que ocultos tras las redes, acechan nuestra libertad.
En cuanto a Luna, me alegro, pues
este incidente le debe haber dado un buen impulso a su libro. ¡Y bien merecido!
Pues su trabajo es interesante y nunca es poco lo que se hace para promover a
un nuevo poeta.