Del lat. determinatio,
-ōnis.
1. f. Acción y efecto de determinar o determinarse.
2. f. Osadía, valor.*
Mañana se celebra una nueva Diada. Una parte importante de
la ciudadanía de Cataluña –seguramente una amplia mayoría—volverá a expresar su
deseo de independizarse de España. En mi opinión, el enroque de la política
española, que mantiene al Estado sin gobierno desde hace muchos meses y que,
con toda probabilidad, llevará a unas terceras elecciones, es debido a la
incapacidad de la clase política española –sea cual sea el partido—y de las
instituciones del Estado para entender los sentimientos de los catalanes, sus
problemas y sus anhelos. Mariano Rajoy y su partido no consiguen gobernar por
una razón muy clara: son incompetentes para dar solución a los sutiles
problemas que tenemos planteados. Su mediocridad, su desprecio por la
diferencia –en este caso, por la riqueza que representa la diferencia—y su
incapacidad para pactar, empecinándose en una actitud tan cerril como estúpida,
les han llevado a ellos y al país a la situación en la que estamos.
Sin Cataluña no se puede gobernar España. Es así de claro. Y
han hecho todo lo posible para que los
catalanes deseemos construir un nuevo futuro. Este proyecto no lo pararán con
malas artes, ni siquiera con la fuerza. Las comunidades que tienen un proyecto
común y se ilusionan con él son imparables. Y Cataluña lo tiene. Por mucho que
digan, este proceso seguirá adelante. Y triunfará: sólo es cuestión de tiempo.
*Diccionario de la Real Academia Española
Foto: Joan Miró, Montroig del camp, 1919
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